Los signos vitales: temperatura, respiración, pulso y tensión arterial son parámetros a través de
los cuales es posible evaluar la salud de un individuo, pues sus valores se
mantienen constantes dentro de ciertos límites, en estado de normalidad.
La valoración de los
signos vitales es una de las funciones del personal de enfermería que permite
detectar alteraciones potenciales o reales, modificatorias del equilibrio
sico-físico del individuo. Esta valoración constituye el punto de partida en la
toma de decisiones objetivas que determinan un cuidado reflexivo e individualizado
al paciente.
La temperatura es una magnitud física que expresa
el nivel de calor que ostenta
un cuerpo determinado, un objeto, un ambiente, entre otros, en tanto, la misma se encuentra estrechamente vinculada a las nociones de frío (menor temperatura) y de calor (mayor
temperatura).
Entonces, la
temperatura corporal será el nivel de calor o no que presenta un cuerpo
determinado.
La temperatura
normal del cuerpo humano, por ejemplo, variará de acuerdo a la persona, el
sexo, el consumo de líquidos y alimentos, la edad que tenga, la actividad que
realiza, el momento del día en que se encuentre y en el caso específico de las
mujeres, de la fase de ciclo menstrual en que se encuentren; el valor promedio
aceptado es de 37° C o 98,6° F, la temperatura que pasa los 38°, normalmente,
implicará que el sujeto presenta una infección o una enfermedad.
¿Qué es el pulso?
El ritmo del pulso es
la medida de la frecuencia cardiaca, es decir, del número de veces que el
corazón late por minuto. Cuando el corazón impulsa la sangre a través de las
arterias, las arterias se expanden y se contraen con el flujo de la sangre.
Al tomar el pulso no
sólo se mide la frecuencia cardiaca, sino que también puede indicar:
* El ritmo del
corazón.
* La fuerza de los
latidos.
El pulso normal de
los adultos sanos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. El pulso puede
fluctuar y aumentar con el ejercicio, las enfermedades, las lesiones y las
emociones. Las niñas de 12 años de edad y las mujeres en general, suelen tener
el pulso más rápido que los hombres. Los deportistas, como los corredores, que
hacen mucho ejercicio cardiovascular, pueden tener ritmos cardiacos de hasta 40
latidos por minuto sin tener ningún problema.
¿Qué es la frecuencia respiratoria?
La frecuencia
respiratoria es el número de veces que una persona respira por minuto. Se suele
medir cuando la persona está en reposo, y consiste simplemente en contar el
número de respiraciones durante un minuto contando las veces que se eleva su
pecho. La frecuencia respiratoria puede aumentar con la fiebre, las enfermedades
y otras condiciones médicas. Cuando se miden las respiraciones también es
importante tener en cuenta si la persona tiene dificultad para respirar.
La frecuencia
respiratoria normal de un adulto que esté en reposo oscila entre 15 y 20
respiraciones por minuto. Cuando la frecuencia es mayor de 25 respiraciones por
minuto o menor de 12 (en reposo) se podría considerar anormal.
El concepto de presión sanguínea es el que se aplica a
la fuerza que el torrente sanguíneo ejerce sobre los espacios por los cuales
circula (vasos capilares, venas, arterias) de modo de ser distribuida por todo
el organismo. El sistema circulatorio se basa en la circulación
permanente y constante del flujo de sangre desde el corazón hasta los lugares
más lejanos siempre a través de venas o arterias. Esta circulación tiene un
ritmo que puede ir variando dependiendo de factores muy diversos y que marca la
presión sanguínea.
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